Discúlpame

Disculpa mi introducción en esta noche infinita,
disculpa mi osadía de vestir versos con mi desnudo,
disculpa mi dolor,
mi falta de consideración y mi cortesía.
He madurado y me siento verde,
y tu,
blanca palidez,
luna rota y cristal lleno,
dime,
que ves en mi alma desordenada,
para amarla,
para besarla,
para no echarla de menos y despertarla cada mañana.
Dime,
despúes de tanto tiempo,
cuantos versos sabes que son mios y cuales te he regalado porque un vida sin ti es asesino sin cuchillo en mano.
Ni la Iglesia ni la cruz más alta me desata de mi intrusión en tu alma atormentada,
infierno de mar,
aguas de llamas.
Arde de rabia,
arde de rabia el otoño y el verano se quiebra con el invierno mientras la primavera se desnuda para empalmarles el alma con una canción.
Disculpe mi osadía,
disculpe mi ilusión,
disculpe mi necesidad de compañía,
disculpe mi falta de razón.
Ni altares,
ni cumbres,
ni montañas,
ni edificios,
vivir a ras de suelo tocando nuestro infierno,
disculpe mi introducción,
he llegado  a su desenlace,
disculpe mi intrusión,
es hora de que me alce,
que se desnuden mis versos,
y cante mi corazón!
Adiós a las rimas,
bésame ,
ordename,
desornedame,
desentientendete de tu saber,
hazme ser de mi misma,
para poder verme a mi,
sin necesidad de obligarte a vencer.
Disculpa mi final,
disculpa mi muerte robada de Shakeaspere,
disculpa el nudo de mi alma,
disculpa a mis sábanas,
a mi cama,
a mi caos,
y a mi calma.

 

Dibujo: Paula Bonet